08:00 H Nos sentimos como Bill Murray en Atrapado en el tiempo, la misma visión, el mismo hotel , las mismas personas, la misma cama, las mismas calles,… y es que no estamos acostumbrados. Tan solo falta la radio diciendo buenos días amigos campistas, hoy hace un dia fenomenal,… pero claro, en uzbeco. Es el día de la marmota. encima en un barrio pequeño y acogedor dentro de la capital, donde la gente tránsita por la calle como si fuera un pueblo.
Nos levantamos prontito para ser puntuales en la embajada kazaja. Después de un desayuno bastante decente en el hotel, con tostaditas, queso y jamon Cork, y como no, ese fantástico café a base de agua y sucedáneo de café, Exquisito, a coger el toro por los cuernos.
Pablo parece que esta mejor, el water al menos ya no esta en cuarentena.
09:00 H Embajada kazaja. Los trámites parece que pueden ir bastante rápidos. Incluso nos comentan que esta tarde puede que estén disponibles.
No nos lo creemos, por momentos nuestro desánimo desaparece y vemos una posibilidad real de salir mañana de ahí. Aunque no lanzamos la campanas al vuelo, ya que en este viaje nada ha sido lo que parecía y preferimos ser precavidos.
11:00 H Salimos de la embajada con los ánimos renovados, parece que la luz empezamos a verla. Aunque tras la búsqueda de bancos y hoteles donde cambiar sums, Pablo vuelve a sufrir un bajón y decide volver al hotel para recuperar fuerzas, ya que mañana puede que volvamos al ataque.
Alberto se encarga de buscar donde cambiar dinero y de paso conocer mejor esta inmensa ciudad.
Tashkent es una ciudad de continuas avenidas de 2/3 carriles donde abunda el color verde de los continuos parques que emergen en la ciudad entre los enormes edificios modernistas que invaden el centro, pero que en ningún momento se amontonan en un centro financiero artificial y sin vida que marque el límite entre lo material y lo personal. Están distribuidos a lo largo de la parte principal de la ciudad, separados por parques, plazas, estanques y monumentos emblematicos que forman una estructura continua en el centro y en el cual te sientes integrado en todo momento.
Eso sí, es curioso, como en la ciudad abundan los policias, que dan sensación de seguridad y orden, aunque con la pinta de bonachones que tienen no se si impondrán mucho, porque no hacen más que sonreír y preguntar amablemente. Quizás esa sea la fórmula para hacerse respetar, empezando por respetar y tratando de igual a igual al ciudadano de a pie.
También llama la atención la cantidad de gente trabajando en las calles y parques, donde el ajetreo es continuo. Pero donde la colaboración ciudadana es mínima, ya que era continuo el lanzamiento de restos y cosas en la vía pública y alcantarillado, dejando una visión deprimente de la misma. Está claro que la educación ambiental no está muy interiorizada todavía en estas culturas. Una lástima, teniendo en cuenta que se trata de ciudades donde el 80% de la juventud es universitaria, gente capaz de entender que para valorar tu cultura, tu entorno es necesario respetarlo y cuidarlo en primer lugar.
12:00 H Visita al Shirk, circo permanente, de Tashkent por parte de Alberto. Al parecer es uno de los lugares emblemáticos de la ciudad. Ya que el funambulismo es tradicional en Uzbekistán. Decepción al comprobar que está cerrado al público. Tras una charla con los vigilantes, consigue que le presenten al jefe, algo así como el patriarca del gremio circense de la ciudad, y accede a que Alberto entre al recinto del circo. Con guía y todo. Un tanto cómico, pero guía al fin y al cabo. El típico chico para todo, que no acaba de servir para nada y que intenta hacerse el interesante y el mandamás, pero que en el fondo es un buenazo del que puedes conseguir cualquier cosa de él, como así consiguió nuestro rallier Alberto.
A pesar del ensalzamiento por parte de las guías de la ciudad, es un lugar en clara decadencia, donde los animales brillan por su ausencia, excepto unos perros y caballos acróbatas y un camello repeinado. Eso sí, todos en minúsculas jaulas donde no tienen espacio ni para moverse. La escuela de acróbatas y gimnastas parece lo único que funciona como debía ser antaño.
Aunque en todo momento, la simpatía de la gente deja huella en Alberto, que se hace fotos con ellos y charla sobre la profesión y su situación. Una cosa queda clara, ricos no se harán en su trabajo, pero parece que es una cosa con la que disfrutan y que forma parte de su vida y de la que se enorgullecen. A pesar de todo, el lugar, el escenario, la pista, te hace sentir como un niño/a en el mundo mágico que siempre has soñado. Ánimo chicos, no dejéis de hacer soñar a todos esos niños/as.
13:00 H Tras patear por la ciudad y viajar por ella en taxi, búsqueda de un ciber para continuar con el blog.
Lo de los taxis en esta ciudad es auténtica competencia…. Aquí levantas una mano y se te paran coches uno detrás de otro ofreciéndote sus servicios. claro, pensábamos que los taxis eran los del letrerito, pero que va, como me decía el simpático cinqüentón que me llevó en el primer viaje y que mediante señas me explicaba que taxis en Thaskent eran: ese, aquel, el otro, el de la moto, el verde, el azul, el blanco, el de la izquierda, el de la derecha,... y un largo etcétera inacabable. Vamos, que todos los coches eran o poodían ejercer de taxi. Y por supuesto, con taxímetro los justos., los precios a convenir.
14:00 H Alberto llega al Hotel, aunque no sube para no molestar al convaleciente Pibe.
Y aquí empieza la historia de 10 uzbekos muy pillos, y de un valenciano muy tonto o muy confiado.
Tras escuchar varias veces a su cuerpo quejarse ante la falta de alimentos, el susodicho tonto o confiando personaje decidió comprar una sandía en un puesto de sandías al lado del hotel y contigua al lavacoches. Nuestro amigo, ante la extenuante calor y la simpatía mostrada por los pillos, decidió compartir su enorme y sabrosa sandía con los chicos del lavacoches, 10 chavales de entre 18 y 25 años que trabajaban durante el verano en este sitio, que agradecieron efusivamente y que sirvió para entablar divertidas y extrañas, por incomprensibles, conversaciones amenizadas con fotos.
En un momento dado nuestro simpático tontito notó la falta de su cartera, cosa que expresó a los pillos, que muy amablemente se ofrecieron a ayudarle a buscarla y a acompañarlo al ciber para ver si se la había dejado allí al pagar. La cartera no aparecía por ningún lugar, con las contínuas negaciones de lo pillos ante los primeros signos de desconfianza de nuestro inocente amigo. Que planteaba la poosibilidad de que algún amigo que apareció durante el festín con la sandía fuese el culpable de tal delito. Las comprobaciones de los pillos no surtieron efecto, y nuestro inocente rallier empezaba a ponerse nervioso y a lanzar advertencias, que no surtían efecto ante la incredulidad de los chicos. La decepción por su confianza maltrecha y la llegada de Pablo encrespó la situación , con advertencias con llamar a la policía no recomendadas por el recewpcionista del hotel.
Ante nuestro enfado la cartera apareció bajo el forfi, eso sí, sin los euros ni los dolares que llevaba. Unos 60 euros en total. Ante la sorpresa que mostraban los chavales y su negativa, nuestros amigos lanzaron más advertencias, llegando a hablar con su jefe y su jefa, un estiradillo asiático de 25 años con cara de no haber roto ni un plato y un señora de 40 entradita en kilitos que se movía y hablaba sin parar al puro estilo Aida. Tras edsistir con lasa amenazas, nuestros ralliers desistieron yendo Pablo a por los visados y Alberto a darse una ducha refrescante y relajante. Pero los 25 escalones que llevaban hasta la habitación eran demasiados para no sentirse engañado y dejar que la cosa quedará así....
Y en una explosión de inconformismo y rabia nuestro inocente rallier arrancó el Forfi y lo plantó delante del lavacoches impidiendo la entrada y salida de más coches al mismo, cerró ventanas y puertas y se tumbó sobre el capot a tomar el sol tranquilamente. Nada mejor que un buen bronceado para calmar los ánimos. Ahora le tocaba jugar a los pillos.
Las sonrisas del principio y sus gestos de burla y locura hacia nuestro rallier se convirtieron en preocupación cuando pasaban los minutos y las quejas de los clientes crecían. O volvía el dinero a sus manos o el coche no se movía de allí, ese era el trato que aceptaba nuestro inocente pero decidido rallier.
TRas varias averiguaciones de los jefes, y no saber quién era el culpable, y a regañadientes, ofrecieron una limpieza a fondo del coche, que la necesitaba, y la cena de esa noche en el bar de enfrente. Tras meditar y deducir que el dinero ya no lo recuperaría, accedió a tal ofreciemiento.
La cena fue deplorable, aunque invitó también a los naranjitos que aprecieron después, pero la limpieza del coche la recordarán para siempre porque estuvieron hora y media con nuestro Forfi. Y el puro que les pegaron a los chavales también será recordado en el barrio. Quedaron relucientes, como el Forfi.
Y esta es la historia de un inocente y tontín valenciano y unos uzbekos que iban de pillos.
El resto dee la tarde noche se reduce a la llegada de Pablo de la embajada con nuestr5os visados, y la alegría y celebración del reencuentro con nuestros chavales los NARANJJITOS, que nos cuentan sus peripecias para arreglar el Panda. Habían roto la junta de la culata, que les hizo nueva un artesanal mecánico en Nukus. Un fenómeno.
Al día siguiente reemprediamos marcha. YUJUUUU. AL ATAQUE.
1 comentario:
Enhobuena y felicitaciones a los 3!!!!Podeis estar orgullosos porqué yo lo estoy de vosotros y todos los que han seguido vuestra aventura.....Mil gracias por hacernos transmitir esas emociones...Gracias a vuestros padres por haberos dado la vida....gracias, una vez mas por demostrar que creyendo en una ilusion,llevando una sonrisa en los labios y amor en el corazon puedes atravesar cualquier frontera,cualquier montaña para llegar e inundar de felicidad a los niños(as)de está tierra.
Ps: Alberto,cuant es puga me tens que contar mes cosetes eh!!!!
Un abrazo grande y muchos besos!!!
Ps: María, grácies per posarmos al día cuant ells no podien...disfruta de les dies que tens amb el teu heroi!!!!
Alexia
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